La soja es uno de los alimentos más valiosos en la nutrición humana, siendo un alimento básico tanto en la cocina china como en la japonesa durante cientos e incluso miles de años.
La soja es una planta herbácea de la familia botánica Leguminoasae, que también incluye frijoles, garbanzos y lentejas.
Recientemente, los investigadores encontraron que las mujeres japonesas y las mujeres chinas, además de no tener problemas de menopausia, tienen una menor incidencia de cáncer de mama. Además, no solo las mujeres sino también los hombres del Lejano Oriente tienen una mejor salud reproductiva y un colesterol más bajo.
La explicación de estas diferencias no se encuentra en factores genéticos o raciales, sino en el estilo de vida y, específicamente, en la dieta. Hasta donde se sabe, los cultivos del Lejano Oriente proporcionan la mayor parte de sus proteínas no de la carne, sino de legumbres, como la soja y, en menor medida, del pescado.
Numerosos estudios han confirmado que la soya, especialmente la que muchos japoneses, chinos y coreanos comen a diario, es responsable de la mejor salud del tracto reproductivo y de un menor porcentaje de cáncer de mama y próstata.